domingo, julio 10, 2005

Holst y sus planetas... Mercurio, el Mensajero Alado.

Al cual se le conoce también como Hermes, que con alas en su maravillosa corona, y también en sus preciosos pies, se desplaza de un reino a otro a la mismísima velocidad de la doble Luz o a la que quiera; el Viaje es Espiritual, es Mental, es de Almas que se trasladan para la Siempre Creación de Nuevos Mundos.
Este Hermes, este Mercurio Maravilloso, ES siempre, no es el de la historia griega, lleno de embrollos y de líos con unos y con otras. Nada, todo pristinidad, todo claridad.

Todo eso y mucho más lo refleja Holst en este esplendoroso movimiento, lleno de Claridad. Mercurio es cercano, está cerca de nosotros aún, nos mira con sus ojos de cielo y podemos contemplar su sonrisa.
Y es que a medida que Los Planetas son más lejanos, se adentran más en la oscuridad del cielo, la Música se va haciendo más solemne. No quiere decir ello que esta parte, Mercurio, tenga algo de "juego" que es lo que se piensa siempre que hay brío y ese increíble chisporroteo de Alegría.
Mercurio es Alegría también, cómo no iba a ser así!; el portar mensajes siempre es bueno; ya la característica del mensaje, su contenido, es otra cosa. Pero el hecho de Servir así a los Dioses, de servirse Él así mismo, le hace Grande y Magnánimo.
Uno mismo puede sentir, -si nos dejáramos-, el desapego del cuerpo; podríamos hacer un verdadero viaje astral por todas las constelaciones, logrando así hacer realidad lo de viajar al más infinito de los mundos espaciales, sin tener que derrochar tanta energía y tanta mentira científica.

Podríamos visitar constelaciones más allá de las conocidas, podríamos inventarlas en ese viaje, en ese mensaje que seríamos en manos de Mercurio a través de estos sonidos espejeantes, rápidos, interrumpidos, campanales, como si en cada sonido diéramos un gigantesco paso hacia nuevos lugares del Espíritu.
Puesto que toda creación se hace a través del Espíritu, no haría falta ni sentir la oscuridad del firmamento, esa gelidez que debe de ser el ahí afuera. Viajemos dentro del Infinito Espíritu, donde está todo, de donde sale todo, en donde se albergan todas las Imágenes colosales.

Mercurio, el ser tan Luminoso, es muy rápido, ágil, y es por eso que esta parte es la más gloriosamente corta.


¡Vuela alto, Mensajero Alado!
¡Vuela alto para que nadie te alcance,
solo los Verdaderos de Espíritu!

1 comentario:

**-flying-** Pink elePHant dijo...

I. Marte, el portador de la guerra.
II. Venus, el portador de la paz.
III. Mercurio, el mensajero alado.
IV. Júpiter, el portador de la alegría.
V. Saturno, el portador de la vejez.
VI. Urano, el mago.
VII. Neptuno, el místico.